Las mujeres, nos enfrentamos con una larga lista de agresiones a los derechos laborales, sociales, económicos, educativos, sexuales, de salud y democráticos que los distintos gobiernos de la burguesía han diseñado para la clase obrera en general y las mujeres trabajadoras en particular, a esta larga lista se suma, no poder decidir libremente sobre nuestro cuerpo. Históricamente, el aborto y, más concretamente, su prohibición, ha sido un arma de control sobre las mujeres, nos hemos visto obligadas a recurrir a los medios de nuestro alcance para poder llevarlos a cabo y con suerte no ser condenadas por ello.
El aborto libre, significa que ninguna mujer puede ser forzada a una maternidad no deseada, ni que se le cuestione su decisión de interrumpir un embarazo. Dicho derecho a decidir admite el reconocimiento de las mujeres como personas autónomas, con la capacidad de elección a partir de sus intereses. Este planteamiento choca frontalmente la esencia misma del capitalismo, con su naturaleza patriarcal.
En México, solo es a partir de ciertas causales que es permitido el aborto, esto, dependiendo de cada estado, por lo tanto, es evidente que es el Estado quien decide porqué y cuando una mujer puede ejercer su derecho a abortar. Según datos de la ONU, hay condiciones que hacen a las jóvenes más vulnerables a embarazarse, por ejemplo las niñas que viven en hogares de menores ingresos, con niveles educativos muy bajos y que habitan en zonas rurales. En México 55.2% de los adolescentes son pobres, uno de cada cinco tiene ingresos familiares y personales tan bajos que no le alcanza siquiera para la alimentación mínima requerida. (UNICEF) La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) establece que, México lidera el problema de embarazos en adolescentes, de 12 a 19 años de edad, al día se registran 1,252 partos dentro de este rango, esta cifra representa que en uno de cada cinco alumbramientos está implicada una joven. La paternidad y la maternidad tempranas conducen a las niñas, de manera abrupta, a un mundo adulto para el cual no están preparadas, con efectos desfavorables sobre su vida y la de sus hijos. Además, el embarazo prematuro conlleva un alto riesgo para la vida y la salud de la mujer.
Por lo tanto es necesario especificar que existe una diferencia en función de la clase a la que la mujer pertenezca: las de clases dominantes históricamente han podido permitirse viajar y ser atendidas en clínicas privadas, mientras que las de la clase trabajadora generalmente ponen en peligro su propia vida con métodos caseros y sin ninguna garantía.
Aunando a lo anterior las reformas estructurales impulsadas por el gobierno, dificultan aún más el contexto que vivimos las mujeres mexicanas, puesto que el trabajo de cuidado y reproducción que antes cubrían en parte los servicios públicos está siendo dejado de lado por el Estado.
A través de la reforma de sector salud se pretende la reducción de los recursos, recortando aún más la seguridad social y por tanto su acceso, mostrando un claro efecto negativo hacia la población y más específico hacia las mujeres mexicanas de bajos recursos que no tendrán el derecho a cubrir la necesidad básica de salud.
Además es evidente la escasez de mujeres que reciben educación en todos los niveles y por tanto no se tiene acceso a la poca educación sexual que se imparte, sin embargo es más alarmante en la educación media superior, puesto que es evidente el sesgo de género existente, a partir de la aplicación del examen CENEVAL, dentro de las mismas conclusiones desarrolladas por la empresa privada a partir de los resultados de los exámenes, se muestra que quienes tienden a tener baja calificación son aspirantes de bajos recursos y en su mayoría mujeres.
Las mujeres mexicanas nos vemos aún más controladas y utilizadas por el sistema capitalista patriarcal, no solo por las reformas impulsadas por el gobierno y la falta de acceso a derechos fundamentales, también por el retroceso en las propuestas de debate público en torno al tema del aborto. Las posiciones antiabortistas como el Frente Nacional por la Familia refuerzan el estereotipo de la mujer como madre y esposa en el ámbito doméstico, mediante las actividades desarrolladas, claramente impulsadas por la iglesia, defienden un discurso moralista y de odio, puesto que al reforzar la imagen de la familia tradicional se controlan, limitan y anulan los derechos de las distintas familias mexicanas, la información y educación sexual.
Por todo lo anterior exigimos:
1. Garantía del Estado al derecho a decidir sobre nuestros cuerpos: Por su carácter laico, el Estado debe garantizar el derecho que nosotras las mujeres tenemos de decidir cuándo queremos ser o no ser madres como una decisión soberana y libre, y brindar todos los mecanismos para que podamos gozar de una sexualidad responsable y libre.
2. Aborto libre, gratuito y seguro. El que se penalice el aborto no reduce en lo más mínimo su práctica, más bien, expone las vidas de mujeres que por diversas causas se ven en la necesidad de interrumpir un embarazo aún en condiciones inseguras. Legalizar el aborto no implica que su práctica se convierta en un acto compulsivo, tampoco supone que se le imponga a mujeres que no compartan ésta como una opción.
3. Educación sexual sin tabúes en todos los niveles de la enseñanza básica, desde preescolar hasta preparatoria según las características propias del nivel de enseñanza, en cada rincón del país y para todas las mujeres y varones.
4. Un sistema de salud que realmente brinde anticonceptivos gratuitos y PAE (pastilla del día siguiente), que den alternativas para evitar un embarazo no deseado y un posible aborto.
5. No a la intromisión de la(s) iglesia(s): La prohibición y el oscurantismo que las religiones pretenden imprimir sobre la alternativa de interrumpir o no el embarazo, solo produce muertes por abortos en condiciones de precariedad, muertes de mujeres desangradas, y en el mejor de los casos, a hospitalizaciones por infección, hemorragia, esterilidad y perforación uterina.
Hoy 28 de septiembre de 2016 se conmemora el Día Internacional por la Despenalización del Aborto, un día que sirve para reivindicar el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, su sexualidad, su maternidad y su vida, que seamos dueñas de nuestro propio cuerpo, que se proceda a la despenalización total del aborto, que éste sea gratuito y se desarrolle con todas las garantías en los centros públicos y por supuesto que la decisión sea tomada única y libremente por la mujer.
¡ANTICONCEPTIVOS PARA NO ABORTAR, ABORTO LIBRE Y GRATUITO PARA NO MORIR!
¡UNA MUJER QUE LUCHA ES UNA MUJER LIBRE!
LAS MATRIOSKAS, MIR
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