Pronunciamiento 25N

Enmarcado en la historia de todo un pueblo contra el dictador de República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo, y la lucha de las tres hermanas Mirabal, Minerva, Patria y María Teresa tres luchadoras sociales que son un símbolo indiscutible de la valentía de las mujeres se celebra cada año el Día internacional de Lucha por la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres.

La elección del 25 de noviembre como fecha internacional de la lucha contra la violencia hacia las mujeres fue un acuerdo tomado por las participantes en el primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que se llevó a cabo en Bogotá en 1981, aceptando la solicitud de la delegación de República Dominicana que proponía que de ésta forma se rindiera homenaje a las hermanas Mirabal, conocidas por el pueblo Dominicano como “las mariposas”, un ejemplo vivo de las mujeres comprometidas con las luchas de su pueblo.

Las experiencias de violencia contra las mujeres no constituyen casos aislados, no es sólo un asunto cultural ni un asunto de familias disfuncionales; la violencia tiene un origen histórico y social que surge a la par al desarrollo de la propiedad privada, cuando se relegó a la mujer al ámbito privado, subordinándola al poder masculino y se ha desarrollado a partir de ahí hasta llegar a nuestros días en donde el sistema capitalista recrudece y sofistica las formas en las que somos oprimidas y explotadas las mujeres.

Considerando que el contexto actual de violencia en el mundo y en especial en nuestro país se recrudece, la violencia hacia las mujeres también incrementa alarmantemente, afirmamos que existe la necesidad apremiante de agitar en torno a la temática con la finalidad de proponer la organización de las mujeres que permita hacerle frente a tal situación. Y teniendo en cuenta los recientes actos de terror por parte del Estado mexicano tras la desaparición de los 43 normalistas, creemos también es necesario elevar el discurso incorporando la desaparición y asesinato de miles de mujeres en México como crímenes de Estado. 

Es  cierto que las históricas relaciones de poder que subordinan a las mujeres, manifestadas mediante aspectos y prácticas culturales que las oprimen y violentan son comunes pero, también es cierto que en algunos países como lo es México se han dado contextos adicionales que fomentan la violencia contra niñas y mujeres,  dentro de los cuales destaca  el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad del Estado o la falta de independencia judicial que son algunas cuestiones de estos contextos que agravan la incidencia de violencia contra las mujeres.

En el Estado de Michoacán la situación de violencia no ha sesado y pese a declaraciones oficiales de los tres ordenes de Gobierno, los incrementos en feminicidios siguen; de acuerdo a las estadísticas de la dependencia responsable de la investigadora de delitos (PGR ) en lo que va de este año se han registrado 80 mujeres que han perecido violentamente y los lugares donde se han presentados estos hechos esta en primer lugar la capital del estado (Morelia) con 25 asesinatos, después le sigue Zamora con 22 y el resto son de Uruapan, Zitácuaro, Apatzingán y Lázaro Cárdenas.

El mensaje de terror e inseguridad apuesta hacia la inmovilización de la población, sin embargo, continuamos exigiendo que se esclarezcan los casos de feminicidio, que se de el digno seguimiento y trasnparencia en los casos pendientes. Todas las mujeres que han sido asesinadas tienen nombre y rostro, nosotras no las olvidamos!

Por ello reiteramos que es indispensable que el Gobierno de México cumpla con todos los resolutivos de las Sentencias “Campo Algodonero” y “Fernández Ortega y otra”, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,  tendientes al tratamiento adecuado  y efectivo para que se transite con celeridad a un sistema de protección judicial que proteja los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia y sin discriminación por razones de género, clase, etnia o edad, y actuar con la debida diligencia requerida para prevenir, investigar, sancionar y reparar actos de violencia contra las mujeres.

Puesto que las mujeres siguen siendo las que presentan un menor acceso a la educación, un mayor índice de desempleo y de dependencia económica por carencia de ingresos propios, y, en general, una tasa de indigencia y pobreza mucho mayor. Por lo anterior, es posible concluir que la situación de las mujeres a nivel nacional presenta graves retos en cuanto a su reconocimiento, integración y desarrollo pleno.

De la misma manera aunque las cifras y los referentes de violencia contra la mujer sean altas y graves, la dignidad y la lucha emprendida por estas para transitar de un sistema autoritario y desigual hacia otro más democrático, con justicia social, debe ser reconocido para la generación del cambio social que tanto requiere nuestra nación.

25 de noviembre de 2014

¡NI UNA MÁS!

¡ALTO A LA VIOLENCIA DE ESTADO!

¡POR LA VISIBILIZACIÓN DE LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES!

¡NI UNA MÁS ¡ALTO A LOS FEMINICIDIOS!

¡JUSTICIA A LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA!

¡JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES!

¡VIVAS SE LAS LLEVARON, VIVAS LAS QUEREMOS!

POR EL DERECHO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA

¡NOSOTRAS TAMBIÉN SOMOS AYOTZINAPA!